El hombre feliz es aquel que siendo rey o
campesino, encuentra paz en su hogar.
El mal está sólo en tu mente y no en lo externo.
La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada
cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.
La creencia no es el principio, sino el fin de
todo conocimiento.
Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en
vano.
Si cada uno limpia su acera, la calle estará
limpia.
La venganza más cruel es el desprecio de toda
venganza posible.
Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo
lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se
convertirá en lo que puede y debe ser.
Nunca se desprende uno de lo que le pertenece,
aunque lo tire o lo regale.
El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad
del hombre, porque indudablemente es más fácil morir
que soportar sin tregua una vida llena de amarguras.
Cuando he estado trabajando todo el día, un buen
atardecer me sale al encuentro.
Si yo pinto a mi perro exactamente como es,
naturalmente tendré dos perros, pero no una obra de
arte.
Se dice que las mujeres son vanidosas por
naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso
mismo nos agradan más.
La noche es la mitad de la vida y la mejor
mitad.
Yo amo a aquel que desea lo imposible.
Lo que no comprendemos no lo poseemos.
Todo se soporta en la vida, con excepción de
muchos días de continua felicidad.
El amor es una cosa ideal; el matrimonio, una
cosa real; la confusión de lo real con lo ideal
jamás queda impune.
Ciertos libros parecen haber sido escritos no
para aprender de ellos sino para que se reconozca lo
que sabía su autor.
El que quiera tener razón y habla solo, de
seguro logrará su objetivo.
Lo que habéis heredado de vuestros padres,
volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro.
El comportamiento es un espejo en el que cada
uno muestra su imagen.
No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo,
sino tan sólo si marchamos por el mismo camino.